A pesar de que se producen aproximadamente 6 millones de accidentes de tráfico al año, los accidentes de tráfico siguen siendo un poco misteriosos. Cuando vemos un accidente, todos frenamos y miramos por un momento. Intentamos averiguar qué ha pasado para poder evitar una situación similar en el futuro. Todos somos seres humanos inteligentes. Sin embargo, a pesar de las señales de tráfico, los límites de velocidad, los semáforos y los automóviles equipados con todos los elementos de seguridad posibles, los accidentes siguen ocurriendo. ¿Hay algún denominador común?
Con todos los avances de los que disfrutamos en materia de seguridad en el transporte, la incidencia de los accidentes de tráfico va en aumento. De hecho, el mayor salto en los accidentes de tráfico se produjo en 2015, donde se disparó un 8%. Esta cifra se disparó aún más en 2016, donde se estima que murieron 40.000 personas en accidentes de tráfico.
La Universidad de Michigan llevó a cabo un estudio histórico para determinar las razones más comunes de los accidentes de tráfico y ver si había algún tema común entre los resultados. El estudio se llevó a cabo para comprender mejor la mecánica de un accidente de coche. Mediante el uso de cámaras en el salpicadero, sensores, acelerómetros y otros elementos similares, los investigadores pudieron recopilar datos científicos sobre más de 6.950 accidentes y obtener algunas respuestas. A través de su investigación, se encontraron algunas razones comunes de los accidentes, que son las siguientes:
Dormirse al volante
Históricamente, las estadísticas sobre quedarse dormido al volante se han subestimado. En este estudio, los investigadores descubrieron que quedarse dormido al volante supone el 7% de todos los accidentes y el 21% de todos los accidentes de tráfico mortales. Sorprendentemente, el 37% de los conductores afirman haberse quedado dormidos al volante en algún momento de su vida.
Pérdida de control del vehículo
La pérdida de control representa el 11% de los accidentes de tráfico. Parece que todos tenemos percepciones erróneas sobre nuestras propias habilidades de conducción. Curiosamente, un estudio demostró que el 50% de los conductores se clasifican a sí mismos en el 20% más alto en términos de seguridad y habilidades de conducción.
Puntos ciegos
Tendemos a pensar que si no vemos algo no existe. Esto, por desgracia, no nos sirve para conducir. Cuando giramos a la izquierda en una intersección, por ejemplo, en la que un autobús nos bloquea la vista, hay un acto de fe de que, por lo que podemos ver en ese momento, no viene nada. La clave aquí es no suponer nunca.
Giros a la derecha con balanceo
Al acercarse a un semáforo para girar a la derecha con el semáforo en rojo, mira a su izquierda para ver si está despejado. Vuelve a mirar a la derecha y, de repente, hay un peatón en el paso de peatones. Este escenario común representa el 6% de todas las muertes de peatones. Y lo que es peor, de ellos, el 21% son niños.
Cambios de carril inseguros
El 33% de los accidentes de tráfico se producen por cambios de carril inseguros y salidas de la carretera. A menudo esto ocurre cuando estamos haciendo varias cosas a la vez y no prestamos toda nuestra atención a la carretera.