Construida por un grupo de antiguos esclavos de la plantación Cedar Hill, la capilla Reaves es desde hace tiempo uno de los hitos más antiguos y significativos de la historia afroamericana en el sureste.
Hacia finales del sigloXIX, la congregación trasladó la ubicación de la iglesia a un terreno donado por el antiguo esclavo Edward Reaves, para aumentar su accesibilidad a los feligreses. Por desgracia, la disminución de la asistencia y los problemas estructurales del edificio dejaron la capilla completamente abandonada en 2006. Sin embargo, en los últimos años, un impulso local para restaurar la iglesia ha dado nueva vida al singular edificio, que algún día acogerá bodas, celebraciones y otros eventos comunitarios.
El bufete Paynter se enorgullece de haber contribuido a la estabilización de la estructura. Sabemos que con nuestra donación y el duro trabajo de los miembros de la comunidad, el legado de la capilla continuará y servirá como pilar de la ciudad para las generaciones venideras.