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¿Qué es la negligencia en las residencias de ancianos?

Mar 01, 2018

Ingresar a un padre o a un ser querido en una residencia de ancianos es una decisión muy difícil. Usted deposita su confianza en el centro asistencial y espera que cuiden de su ser querido como lo haría usted. Desgraciadamente, en muchos casos no es así.

Se calcula que actualmente hay 1,4 millones de estadounidenses en residencias de ancianos. Lamentablemente, la negligencia en los hogares de ancianos es bastante común. Se informa de que, en un año determinado, el 25% de las residencias de ancianos existentes son citadas por la muerte o las lesiones de sus pacientes ancianos, y 5.000 de estos pacientes mueren anualmente a causa de sus lesiones.

La negligencia en las residencias de ancianos se refiere al incumplimiento de la obligación de proporcionar una atención sustancial que provoca un daño al paciente. El daño causado al paciente debe ser un resultado razonable y previsible de las acciones negligentes de la residencia de ancianos.

La negligencia puede manifestarse de muchas maneras, pero algunas incluyen:

Abandono emocional y social: Los pacientes pueden ser ignorados por el personal, dejados solos durante largos periodos de tiempo, o gritados por el personal.

Necesidades básicas desatendidas: Los pacientes pueden recibir alimentos y agua inadecuados, tener un entorno de vida inseguro o sucio.

Higiene personal: Los pacientes no reciben ayuda para lavar la ropa, limpiar, comer, bañarse, etc.

Negligencia médica: El personal médico puede no proporcionar una intervención médica adecuada, una administración incorrecta de los medicamentos, úlceras de decúbito desatendidas, infecciones, enfermedades cognitivas o problemas de movilidad.

¿Cómo puedo detectarlo?

Por desgracia, muchos casos de abandono no se denuncian. Dependiendo del tipo de negligencia, puede ser difícil de detectar. Es más fácil de reconocer cuando la familia y los amigos visitan con frecuencia y conocen las rutinas diarias de sus seres queridos. Los signos de advertencia pueden ser:

  • Pérdida de peso repentina;
  • Deshidratación;
  • Las úlceras de decúbito;
  • Caídas inexplicables;
  • Comportamiento callado o retraído;
  • Cambios en su higiene o apariencia;
  • Falta de interacción amistosa con el personal;
  • Desnutrición; y
  • Riesgos ambientales visibles.

Si sospecha que su ser querido está siendo abandonado, es importante actuar. Es posible que no sea capaz de comunicarse o de entender lo que le ocurre. Es una buena idea documentar sus preocupaciones, tomando notas e incluso fotografías. Exprese sus preocupaciones a la dirección de inmediato y presente un informe.

Si la negligencia no se remedia inmediatamente, hable con un abogado cualificado para que le oriente. En el pasado, era difícil presentar una reclamación contra una residencia de ancianos porque a menudo tenían cláusulas de arbitraje en sus contratos que impedían llevarlos a los tribunales. Las leyes al respecto han cambiado, y en muchos casos se puede presentar una reclamación contra la residencia de ancianos por negligencia.